viernes, 19 de julio de 2019

EL FADRÍ. TORRE CAMPANARIO DE CASTELLÓN

LA TORRE CAMPANARIO DE CASTELLÓN DE LA PLANA


De nombre oficial, Campanar de la Vila, la torre castellonense del Fadrí, que en valenciano significa "soltero", es el único campanario de la concatedral de Santa María, y uno de los escasos ejemplos que existen en España de propiedad municipal.
A lo largo de su historia ha tenido diferentes funciones. Además de las religiosas, fue torre centinela, prisión de eclesiásticos o torre de comunicación civil. Su construcción se inició en 1440, y diecinueve años después, tan solo se habían levantado la base y los ocho primeros metros. Durante 132 años estuvieron paradas las obras hasta que se dieron por concluidas en 1604, señala una inscripción en latín sobre la puerta.
Consta de cuatro cuerpos y en ellos, la vivienda del campanero, la prisión, la cámara del reloj y la cámara de las campanas. La torre termina en una terraza a la que se accede por una escalera de caracol de 188 peldaños y remata en un templete de forma triangular a 58 metros del suelo.

LAS CAMPANAS

En la sala de campanas están instaladas ocho unidades de volteo manual, con yugos de madera y bien restauradas. De menor a mayor peso, reciben los nombres de: Dolores (53), Joaquina (166), Cristina (244), Victoria (356), Vicent (579), María (881), Jaime (1302) y Ángel (1915). Las tres campanas horarias del templete son originales. Sus nombres: Tafól o Cristóbal (patrón de la villa) Anna y María del Lladó. El toque de campanas del Fadrí está declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad Valenciana. No sólo paseamos por la ciudad, sino que también levantamos la cabeza para admirar con exactitud esta maravilla arquitectónica.