viernes, 31 de agosto de 2018

BARRIO DE SAN PEDRO. SAN ANDRÉS

 ADMIRAR LAS RAÍCES DE LA MONTAÑA PALENTINA


Me gustan los pueblos. Lo de visitar es una abreviatura porque lo que realmente disfruto y procuro es estar y quedarme con ellos. Unos por grandes y bien provistos, otros por pequeños o despoblados. Unos por recomendados, y otros por lazos personales. Unos por agenda, y otros al azar de la carretera. Unos se visitan por historia, y otros por un acontecimiento o monumento concreto... Y de unos y de otros voy sacando el jugo, el material sensible y de atención especial, provista de poco bagaje, suficiente tiempo, calzado cómodo y espíritu libre que lo demás lo regala el lugar, la tierra y la obra que por los siglos ha hecho el hombre sobre ella. 

Barrio de San Pedro es una pequeña localidad y también pedanía del municipio de Aguilar de Campoo en la provincia de Palencia. Hasta finales de 1970 fue municipio independiente que incluía otras cinco pedanías. Dice la historia que en esta pequeña localidad fundó Doña Sancha Alfonso de León (1220-Cozuelos de Ojeda, 25 de julio de 1270. Hija ilegítima del rey Alfonso IX de León y abadesa de Santa Eufemia de Cozollos) una ermita dedicada a Santiago cuyo solar se encuentra hoy anegado por las aguas del pantano aguilarense.



Un detalle que sorprende al recorrer este pueblo es el conjunto de piezas extraídas de los árboles, y que a modo de pequeños monumentos, han sido colocados al aire libre por rincones y calles. Un cartel aclara que es parte del proyecto de la Diputación de Palencia:"Monumento a la vida" que reconoce la importancia del árbol o masa de árboles y su protagonismo en la cultura y el desarrollo rural. 



La iglesia de San Andrés fue construida con excelente sillería de arenisca; en origen, de una sola nave (primera mitad del s.XIII) con transformaciones a lo largo de los siglos siguientes. En el siglo XV se construyó una segunda nave al norte, una capilla al mediodía y se modificó la cabecera. En el siglo XVIII se añadió un coro alto de madera, varios soportales, un  pórtico y se modificó la espadaña a la que se añadió un segundo cuerpo. La cabecera conserva algunos canecillos de motivos animalistas y vegetales. La primera espadaña románica constaba de un cuerpo inferior liso y otro superior de dos vanos apuntados. Éstos quedaron cegados al añadirse la estructura superior suplementada con dos troneras de medio punto, remate triangular campanil y bolas.









martes, 28 de agosto de 2018

TRIOLLO A FINALES DE AGOSTO

LOS MOLINOS Y LA POZA

Hace una semana en una localidad de la Montaña Palentina se festejaba un emotivo encuentro que la prensa titulaba
Regreso a los orígenes de Triollo (19 de agosto 2018-Diario Palentino).
Daban los asistentes una gran sensación de felicidad, probablemente porque en la fiesta, que pretendía ser de homenaje, hubo presencia, hogar, afecto... Cuánto llena una vida... Necesariamente, también recuerdos por todos los aires del pensamiento. 
La jornada anterior había estado en la localidad. Triollo se me antoja un escondite, un respiro, una necesidad benévola. Estancia corta pero suficiente para definir conceptos hondos y de intenso contenido anímico. 
Encontré el pueblo, estéticamente muy cambiado; se han levantado nuevas casas  y otras se han ampliado y embellecido; las calles en agosto están llenas de coches que deduces de personas y familias en sus estancias largas de verano o simplemente de paso; dá igual, por regla preceptiva todo el mundo se saluda aunque no se conozca. 
Visto el pueblo, para un paseo largo hay dos opciones a elegir: hacia la montaña o hacia el río para caminar la ribera del Carrión entre Triollo y Vidrieros.
El recorrido desde la cola del pantano hasta "la poza" es repetido por aquellos que buscan solaz y esparcimiento; naturaleza y algunos elementos artificiosos dan para conjugar todo tipo de sensaciones. Dos viejos molinos a punto de desaparecer con sus canalizaciones yacen en unos entornos ribereños por el paso del Carrión. 
Me remito a las fotografías sin más descripciones que inventar, si acaso, una última recomendación: hagan lo posible por perderse por allí.


A la orilla del río
lavé mi cara.
Mira tú que "moreno"
da el agua clara. (E.Palacios)

POR EL CAMINO











LOS MOLINOS











LA POZA





YA VEN, EL CARDO Y LA FLOR







miércoles, 22 de agosto de 2018

PAREDES DE NAVA. EL VERGEL DE CAREJAS


Viajar al municipio palentino de Paredes de Nava es adentrarse en el corazón de Tierra de Campos. "In Paretes terras multas et bonas" que dice un pergamino de finales del siglo XI. Paredes estuvo ocupada por asentamientos vacceos y romanos y repoblada  a finales del siglo IX, a tenor de los numerosos vestigios encontrados en su término (28 zonas catalogadas). Señorío de los Lara, los Castro, los Haro y de la poderosa saga de los Manrique, la localidad cuenta con un amplio patrimonio histórico, artístico y monumental en edificios civiles y religiosos que ha sabido conservar y promocionar a través del tiempo. 
En esta villa nacieron los ilustres: Jorge Manrique, poeta, Pedro Berruguete, pintor, Alonso e Inocencio Berruguete, escultores o el arquitecto, Felipe Berrojo.
En otro plano, una paredeña de excepción habita desde siglos en una loma de las afueras del casco urbano y nombre, Nuestra Señora la Virgen de Carejas, patrona venerada y vínculo sensible de sus fieles a quién dedicamos esta entrada al cumplirse el décimo aniversario de su coronación pontificia (24-8-2008). Su fiesta se celebra en Paredes de Nava el 8 de septiembre.








A escasos dos kilómetros de la villa de Paredes de Nava, existió un poblado medieval. Con datos e historia, remito a este interesante enlace:  
http://palenciadiferente.com/la-ermita-de-carejas-paredes-de-nava/ 

Mi visita a Carejas por estas fechas aporta de novedoso la actualidad del lugar y un modo personal de unión entrañable. Carejas es lugar armonioso, de hondo sentir, de viva naturaleza, de remanso, reposo, refugio, respiro...








lunes, 20 de agosto de 2018

SOTO DE CERRATO. PUENTE "EL VIEJO"

EL ANTIGUO PUENTE QUE CRUZA EL RÍO PISUERGA 




Le tocó en suerte pasar a ser una mera figura en el paisaje, a ser "prescindible" cuando allá por 2005 fuera inaugurado su compañero de travesía, el puente verde que en la actualidad da acceso a la localidad palentina de Soto de Cerrato. 
De dimensión, estrecho y pasado saturado, el viejo puente de Soto de Cerrato se quema y oxida en su lugar tranquilo y arbolado de las riberas del Pisuerga. 
Permite el tránsito de peatones y por ende, poder disfrutar de una visión directa y amplia sobre un espacio privilegiado por la naturaleza y de dos obras de la ingeniería civil de calado, técnico, social y ambiental. El "puente viejo" y el "puente verde" flotando sobre las aguas en una zona que goza de las preferencia de muchos palentinos para disfrutar de la naturaleza, la pesca y el baño. Lugar tranquilo del Valle del Cerrato. Dos diseños de construcción que dan servicio al tránsito vehicular, el nuevo y al flujo de peatones, el viejo, sin interferencias entre ellos, el verde, con todas las disposiciones vigentes de señalización y seguridad vial y el viejo, con perfil y categoría que es historia.