jueves, 18 de mayo de 2017

HABÍA UNA VEZ UNA FÁBRICA. VIÑALTA. CANAL DE CASTILLA

En el pago de Viñalta (Palencia) están las esclusas 31 y 32 del Canal de Castilla-Ramal del Sur, uno de los cinco términos municipales de la provincia de Palencia por los que discurre este trazado y que fueron construidas bajo la dirección del ingeniero Juan de Homar hacia el año 1803. A día de hoy, es paraje y lugar de ida y vuelta para nostálgicos, curiosos, turistas, deportistas, excursionistas...
El Canal de Castilla generó un dinamismo industrial y comercial irrepetible en sus años de máximo aprovechamiento. En la actualidad, salvo raras excepciones, en sus orillas la quietud es casi total y numerosas las construcciones abandonadas y semiderruidas donde crece la vegetación entre sus grietas y escombros. 
De los restos edificados que permanecen en Viñalta, los almacenes y elementos del molino de lo que en origen fue fábrica de papel y en tiempos más recientes, fábrica de luz en una edificación de dos alturas, con plante en ele y muros de fábrica de sillares. De su productivo protagonismo nada queda. El escenario resulta en la actualidad "fantasmagórico" del que solo se salva la parte propia del canal con las mil gracias del agua de las esclusas que abordaré en otra entrada. Al perder la condición de navegable, el canal se transformó para el regadío y cerró las compuertas de las esclusas para practicar aliviaderos en los vasos, aspecto que tiene en la actualidad.
Son rincones de nuestro patrimonio levantados y caídos del que podemos acordarnos por su valor de antaño y recrearnos en escenas de su historia cuando era punto neurálgico de vida y actividad que benefició a tantos castellanos y que nos tememos, no volverá.
"Reliquias cívicas" que diría un autor. Este es mi documento gráfico: