jueves, 9 de enero de 2020

OTEANDO POR SAGUNTO


La zona de ubicación de la fortaleza de Sagunto ha conocido el paso de muchos de los pueblos que habitaron la Península Ibérica, atraídos por el valor estratégico del enclave. Numerosas fueron las batallas libradas desde sus murallas y aunque prácticamente arruinado en la actualidad, sus restos atraen a numerosos visitantes ávidos por conocer su amplia historia.
Los orígenes de este pueblo histórico no parecen estar tan claros. Algunos autores creen que su fundación se debe a colonos griegos y otros, a un poblado ibérico, de nombre Arse, que por el siglo V a. de C. se asentó en lo alto del cerro del Castell. La denominación de Sagunto llegaría al parecer dos siglos más tarde coincidiendo con la romanización. Lo evidente es que desde sus orígenes los primeros pobladores resultaron ser muy hábiles en el tráfico marino y las relaciones comerciales. Y llegaron los cartagineses para ponerlo todo patas arriba, pero los saguntinos no estaban por la labor de rendirse al invasor y pasarán a la historia por su heroísmo. Vendrían más tarde romanos, visigodos, árabes y cristianos, y de todos conserva restos la ciudad. Como hito de poder a alcanzar por los sucesivos invasores, el castillo que se alza sobre la cima de un cerro extendiéndose a lo largo de más de setecientos metros. Si gustan de las piedras, están en el lugar idóneo. Siete son los recintos que conforman la fortaleza: la Almenara, el Albacar, el Patio de Armas, la Plaza de los Estudiantes, la de San Fernando, la Ciudadela y la Barranía. A sus pies, el bello teatro romano, con treinta gradas y en sus mejores tiempos capaz de acoger a seis mil personas, hoy, todavía utilizable y utilizado. Hay un Museo Epigráfico con una selección temática de donaciones y hallazgos encontrados tanto de forma casual como de excavaciones arqueológicas. Excepcionales las vistas desde las alturas, otro atractivo de este conjunto que tiene Declaración de Monumento Nacional desde 1931. Escena y escenario de un imperio mercantil y militar en el Mediterráneo para gloria de la historia de esta ciudad.














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