miércoles, 29 de enero de 2020

LA FORTALEZA DE PEÑAFIEL


Fue el infante don Juan Manuel, el de los "Ejemplos" el principal constructor del airoso y bello castillo de Peñafiel y Alfonso X "El Sabio", el más famoso de su moradores. Declarado Monumento Nacional en 1917, se considera una de las más bellas fortificaciones del medievo. El castillo que mide 210 metros de longitud por 33 de anchura, y su torre del homenaje alcanza los 30 metros de altura presenta por exigencias del terreno un trazado en forma de media luna que le proporciona una sensación ondulante. Fue construido con piedra de Campaspero, mediante la técnica arquitectónica del gótico germánico. Su estado de conservación es muy bueno a pesar de que se encuentran partes notables desaparecidas o incompletas, que incluirían la existencia de otra barrera exterior más. El pueblo de Peñafiel a los pies de su imponente castillo con la atalaya más alta de Castilla, se extiende sobre el cauce del río Duero y con el Duratón que le entrega sus aguas. Desde lo alto de la torre del homenaje se divisa una impresionante panorámica del valle cuajado de cepas. De esplendoroso pasado, atrás quedan los tiempos en que la villa contabilizaba dieciocho iglesias y ermitas, pero conserva su primitiva fisonomía de casas apiñadas y dispuestas en cordones concéntricos, estrechas al frente y alargadas al fondo, con una clara misión defensiva. Un repaso a la historia nos sitúa sin miramientos ante los generosos privilegios reales que antaño disfrutó la villa así como los avatares y guerras que soportó. Cuando los Reyes Católicos se ciñen la corona de Castilla, Peñafiel será el centro de operaciones de los partidarios de la Beltraneja, y por tanto eje del bando de sus enemigos. En 1529 recibe la visita del Emperador Carlos V, y Felipe II la erige en marquesado en el siglo XVII. Volvió a ser escenario sangriento con la guerra de la Independencia... Noble, monumental y viejo pueblo que se ha dado a conocer al mundo entero gracias a sus deliciosos tintos que pertenecen a la D.O Ribera del Duero.



















jueves, 23 de enero de 2020

N.ª S.ª DE LA PAZ DE CEVICO NAVERO


La iglesia de Nuestra Señora de la Paz, ejemplo notable del románico palentino está de enhorabuena. Cada 24 de enero celebran los ceviqueños a la titular de su parroquia. Visité Cevico Navero en abril de 2017 y encontré el monumento en obras por restauración de cubiertas y fachadas. He vuelto en este enero de 2020 y en la fachada cuelga un nuevo panel que anuncia: obras de restauración de las armaduras. En el siglo XII se construye la actual iglesia parroquial en su primera advocación de Santa María y durante los siglos siguientes fue introducido en el templo el estilo mudéjar. En 1837, y por la ley de Mendizábal, al ser extinguido el famoso Monasterio de San Pelayo quedaron en el pueblo dos lugares de culto: la iglesia parroquial con advocación a Nuestra Señora de la Paz y la ermita de Nuestra Señora del Carmen ubicada igualmente en casco urbano. La edificación parroquial tiene declaración de Monumento Histórico Artístico desde 1992. De su fábrica se destaca el conjunto de capiteles con escenas figuradas y ninguno repetido y la portada principal que preserva sus orígenes medievales. Del interior, la pila bautismal, el artesonado, los retablos y varias esculturas, un conjunto notorio y manifiesto, patrimonio que resiste y brilla.

AÑO 2017






AÑO 2020










ERMITA DE LA VIRGEN DEL CARMEN

Nuestra Señora del Carmen es patrona de Cevico Navero y su fiesta, el 16 de julio, una de las citas locales de mayor arraigo y tradición. El pueblo se concentra para disfrutar de un amplio programa de festejos devocionales y lúdicos. La ermita que ocupa un espacio en la plaza del mismo nombre, es una construcción en piedra, de una única nave y de finales del siglo XIX de la que estaca su espadaña y un entorno amplio y bien cuidado.







JUEGO DE FUERZAS SOBRE EL CARRIÓN


La capacidad de reaccionar es una de las cualidades fundamentales de la naturaleza y del hombre. La vida no es un estado inalterable, sino un juego de fuerzas movido y equilibrado que tiene sus momentos cruciales, que llegan para sorprendernos con su tremendo poder y fuerza. El marco geográfico se manifiesta en el paisaje por la combinación de clima, roquedo y vegetación, junto a las lineas trazadas por las aguas corrientes. En Palencia, el Carrión da entrada a la división paisajística en el hábitat urbano. La imagen de la ciudad se reinventa en cada estación y cada nuevo año añade al anterior historias, hechos para los que a veces se necesita tomar cierta distancia temporal para conocerlos bien. Como seres vivos dependemos de nuestros contactos con el medio ambiente, es el que nos da las noticias y la magnitud de la actividad natural en un intercambio de señales, producidas por fenómenos determinados, y en momentos concretos. Es el caso de las copiosas lluvias y crecidas del Carrión de finales del mes de diciembre de 2019. Las imágenes, una mirada, una incursión por una de sus riberas a su paso por la ciudad un mes después de la gran avenida. El río, fuente de vida y recursos económicos inagotables tiene el peligro latente de sus crecidas que una vez pasadas obliga a la reparación de los daños y a la adopción de medidas de índole ambiental en el espacio hidraúlico y en el público para que todo vuelva a la normalidad. Llevará su tiempo completar las labores de limpieza y retirada de los restos vegetales, y queda mucho invierno, y pasarán otras borrascas y volverán a ser noticia, pero en esta mañana de fotografía reinaba la calma por las orilla del río y elegí quedar por allí. Al hilo, una publicación:
https://www.elnortedecastilla.es/palencia/ayuntamiento-palencia-afronta-20200120193234-nt.html