jueves, 17 de octubre de 2019

EL PALACIO REAL DE OLITE


El conjunto arquitectónico más llamativo del núcleo monumental de Olite, Navarra, es el Palacio Real. En la actualidad, el Palacio Viejo de los siglos XII y XIII es Parador Nacional y el Palacio Nuevo del siglo XV, visitable para el turismo. 
Durante el largo reinado de Carlos III el Noble, este palacio de grandes proporciones se transforma en una suntuosa residencia real, en su día, de los más lujosos de Europa. A partir de 1516, con la conquista de Navarra por parte de la Corona de Castilla, comienza su deterioro hasta quedar como residencia esporádica de virreyes, gobernadores e hidalgos. Durante la guerra de la Independencia fue incendiado con todo su contenido por el General navarro Espoz y Mina (1813) para evitar que las tropas francesas se hicieran fuertes en él. En 1937 comienza su restauración, unas obras que se prolongan durante 30 años. 
El palacio de Olite posee una estructura muy compleja. El recorrido para el visitante, articulado por plantas, es largo y de resistencia por lo que conviene ir con tiempo, cargados de energía y calzado cómodo. Sus estancias y vistas desde el exterior son muy estimulantes para los aficionados a la fotografía.
- Planta baja: el Jardín Viejo, la Sala de Excavaciones, Sala de los Arcos, Escaleras, Patio de la Pajarera, Patio de la Morera
- Planta primera: la Cámara de la Reina o Cámara de los Ángeles, la Cámara del Rey o Cámara de los Lazos, Cámara de los Yesos, Galería del Rey o Galería sobre los Naranjos, Galería de la Reina, Torre del Portal de Fenero, Torre de los Cuatro Vientos o Tres Finestras, Torre del Aljibe y la Torre de las Tres Corona.
- Exterior: Pozo del Hielo, Ruinas de la Capilla de San Jorge y Palacio Viejo.
- Planta segunda: Exposición "Olite, Trono de un Reino.
- Planta cuarta: la Torre del Homenaje, el punto más alto del palacio.
Además de las estancias principales, el palacio contaba con otras secundarias y las de los sirvientes. De los muchos datos curiosos que cuenta la historia, dos apuntes llaman mi atención: Cuando el príncipe de Viana habitó en el palacio tenía más de cuarenta personas a su servicio y la mayoría, vivían en él. En sus jardines, los reyes introdujeron todo tipo de plantas, árboles frutales, hortalizas... y un espacio a modo de parque zoológico para especies tanto comunes como exóticas. Del interior, destacaba el rico mobiliario y la ornamentación: zócalos, artesonados, pinturas, tapices y todo cuanto en la época eran símbolos de prestigio y poder.