viernes, 22 de marzo de 2019

SALAMANCA. CAMPANAS A DOS CATEDRALES


Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, Salamanca es la tercera ciudad más poblada de Castilla y León y una de las más privilegiadas en cuanto a patrimonio histórico-artístico y cultural. Los principales estilos arquitectónicos se dan cita en esta vieja ciudad emporio del plateresco, estilo renacentista español de finales del siglo XV a la primera mitad del siglo XVI. 
La Catedral Vieja y numerosas iglesias están construidas bajo las normas del estilo románico; el gótico, menos prodigado, tiene un hermoso ejemplo en gran parte de la Catedral Nueva. Damos por hecho que Salamanca es monumental, singular, un paseo por sus calles es un continuo desfilar de monumentos cargados de arte, de historia, de belleza, de vida y atractivo.


El principal conjunto de edificios religiosos lo forman las dos catedrales: la Catedral Vieja de Santa María se empezó a construir al comienzo del siglo XII. A finales del siglo XV se vió que este templo se había quedado pequeño para la creciente feligresía y de ahí que en 1513 se inician las obras de la Catedral Nueva. Con el compromiso de respetar la Vieja a la que las nuevas obras solo afectaron al claustro, el nuevo edificio se realizó bajo los cánones artísticos góticos, pero en el siglo XVIII al hacerse cargo de las obras Churriguera se acentuaron los caracteres barrocos. Con estas pinceladas generales mi atención se dirige hacia la torre de las campanas de este magnifico conjunto catedralicio. La subida al campanario implica el ascenso en caracol de 270 escalones.



La catedral Vieja tenía en origen dos torres; la más alta al construirse la catedral Nueva quedó entre las fachadas de ambas. Con más de 100 metros de altura, incluida la veleta, la torre de las campanas tiene una larga historia por sus muchas ampliaciones, reformas y sobresaltos; la caída de un rayo en 1705, el terremoto de Lisboa de 1755 o el incendio de julio de 1900, la afectaron gravemente dando lugar a sucesivas obras y transformaciones de los elementos campaniles.




Mandaban las disposiciones canónicas que las catedrales tuvieran, al menos, cinco campanas. En la torre de la Catedral de Salamanca se ofrecen catorce y de distintas épocas. La de mayor fama es la "María de la O" o campana gorda de 1.552 kilos de peso y 160 centímetros de diámetro. Esquilones (de volteo/bandeo/martillo o fija) llevan nombres como la Santa Bárbara, San Miguel, San Francisco, San Diego, Ntra. Sra. de la Asunción, Santiago o la Santa María. Inaccesible para el visitante, queda la campana dentro de la linterna que remata la cúpula, pero hasta ella llega en una espectacular escalada, el popular "Mariquelo" de la tradicional salmantina. Otro dato que llama la atención es la cantidad de inscripciones (frases piadosas) grabadas en los muros del cuerpo con ventanales donde se alojan la mayoría de las campanas. 



A modo de conclusión, parte de un texto en un panel informativo donde se lee:
"... una ascensión que en su paso por la Torre Mocha, la Sala del Alcaide, la Sala de la Bóveda, la Torre del Gallo, las Terrazas y la Sala del Reloj, nos permite experimentar de un modo poético y también vital, cómo nos despojamos de pesos, preocupaciones y miserias y nos íbamos haciendo más livianos, "más ser y menos tener", para poder así acercarnos mejor a lo más alto, al CIELO"... como lugar-estado de ánimo, en el que sobre todo, se está bien en paz, el espacio de la luz, la transparencia, el que nos hace un poco más eternos y mejores. Y todo ello con la música de las campanas que nos envuelve, música social y música del cielo". 




Siempre gratitud a mis dos excepcionales guías en este recorrido.



jueves, 21 de marzo de 2019

CASTRO URDIALES

LA CASI CATEDRAL DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN

El conjunto histórico de Castro Urdiales presenta un relevante y diverso patrimonio por inspiración y cronología. Protegido desde el año 2000, tiene en nómina destacados elementos religiosos y urbanos, restos romanos, arqueológicos y cuevas.



La iglesia de Santa María es el monumento gótico más importante de Cantabria. Se ubica en el promontorio rocoso próximo al castillo y por su tamaño y presencia, parece una catedral, de hecho, guarda algunas relaciones con la catedral de Burgos. Es Bien de Interés Cultural desde 1931.






Por el exterior, la combinación de pináculos, arbotantes y contrafuertes le dan el aspecto físico de las iglesias del siglo XIII. Las obras estrictamente góticas concluyeron avanzado el siglo XIV, y en el XV se inició la apertura de diversas capillas para algunos de los comerciantes castreños enriquecidos por el tráfico comercial con Francia, Inglaterra y Flandes.

Una impresionante fachada, de estilo normando, da muestra del carácter defensivo del edificio, con rasgos de fortaleza medieval. La puerta es apuntada, de cuatro arquivoltas y sin decoración. La cornisa que separa el primer y segundo cuerpo de está decorada con esculturas de cabezas humanas y motivos vegetales, animales y seres fantásticos.





El interior consta de tres naves paralelas, ábside, girola y diversas capillas. La nave central tiene una altura de 28,70 metros a la que dan luminosidad ventanas y rosetones. La bóveda fue construida con la porosa y ligera piedra de toba. En la capilla central reposa la bella imagen gótica en piedra policromada de Santa María la Blanca del siglo XIII, representada con el Niño sentado sobre el brazo izquierdo; la imagen de 1,70 metros de altura es una de las más monumentales de la región fue encontrada en 1955 emparedada entre dos capillas en el exterior del templo.  





De su añeja apariencia comercial y burguesa a su actual aspecto de ciudad veraniega, el casco  histórico- artístico de Castro Urdiales se reparte por dos zonas bien diferenciadas: Puebla Vieja o barrio de Arriba y Puebla Nueva o barrio de Abajo. 

CORDOVILLA LA REAL

CAMPANAS A PIE DE PUEBLO EN LA ASUNCIÓN

Si me paseo por el Monte de la Alegría de la comarca del Cerrato sabrán que he alcanzado el sitio de las bodegas de Cordovilla la Real y que en apenas un kilómetro puedo encontrarme en el casco urbano entre arquitecturas populares e históricas: el largo puente sobre el Pisuerga, la iglesia de la Asunción o al pie de dos rollos de justicia. A principios del siglo XX, el término municipal de este municipio comprendía: la propia villa, la aldea de San Salvador del Moral (donde existió un monasterio) las dehesas con sus caseríos de Cordovilla, Matanza y Villandrando y el paraje de Montealegre. La etimología del nombre sugiere que en la Reconquista llegaron gentes mozárabes cordobeses (de la región Al-Andalus) para asentarse en los poblados de los antiguos Campos Góticos que habían quedado semidesiertos durante la invasión musulmana y de Córdoba, derivó "Cordobilla" la villa realenga del Partido de Castrojeriz en la provincia de Burgos que contribuía al Rey con todos los derechos, que explica su otro nominativo, "la Real". 


Los terrenos del término de Cordovilla la Real eran en su gran mayoría de secano, con pastos que solo servían para los ganados de la Cañada Real pero tenía bosques, monte, viñedos, eras y por ser dehesa, poblada de robles, encinas y otras variedades.



En el siglo XIV se erige el rollo de la villa; elevado sobre una gradería circular de cuatro escalones, con basa sencilla, cuatro tambores y remate en una especie de capitel con cuatro modillones y bola en la picota. En la plaza del Ayuntamiento se encuentra un segundo rollo trasladado desde un antiguo monasterio y más estilizado que data del siglo XVI, de fuste poligonal y rematado con escudo. Ambos rollos tienen declaración de Bien Inmueble desde 1960.

  
En el siglo XVI fue construida la actual iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción al estilo gótico-plateresco. La torre neo-clásica llegaría dos siglos más tarde. En lo eclesiástico, Cordovilla la Real pertenecía a la Diócesis de Burgos, a partir de 1955, pasa a pertenecer a  la Diócesis de Palencia. 





El puente y sus inmediaciones son atractivos para pasear. Una arquitectónica austera y un paraje natural tranquilo y diverso. Un puente largo, muy largo con muro y bordillos en su cabecera, 19 vanos y fuertes tajamares; construido en sillería de arenisca durante el reinado de Carlos III, se finalizó en 1770. Conserva un monolito de piedra con una curiosa inscripción que da cuenta de la contribución comunal para su levantamiento. Fue declarado monumento histórico artístico local en 1980 y en la actualidad, es Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento. 
En el reportaje fotográfico he incluido dos fotografías de junio de 2015 que permite ver ampliamente la arquitectura del puente por la parte izquierda, algo casi imposible a marzo de éste año por causa de la vegetación.














martes, 12 de marzo de 2019

SAN CEBRIÁN DE CAMPOS. SAN CORNELIO Y SAN CIPRIANO

San Cebrián de Campos se asienta sobre la fértil vega del Carrión y al amparo de su monumental iglesia de San Cornelio y San Cipriano edificada en el siglo XIV y teminada en 1498. Como en toda la comarca de Tierra de Campos, la agricultura y la ganadería han sido la base de su economía. Los cereales, el ganado lanar, los viñedos, y de regadío, la introducción de la remolacha azucarera y otros cultivos alternativos, son intrínsecos al municipio, como lo es, el carácter festivo y participativo de sus habitantes en lo referente a eventos, ritos y tradiciones.



La iglesia de San Cornelio y San Cipriano, junto con la ermita de la Virgen del Prado son la expresión física de la importancia del hecho religioso local. La parroquia, con declaración regional de Monumento Nacional desde el año 2000 es un monumento extraordinario por sus dimensiones y por las riquezas artísticas que alberga en su interior. La fábrica de San Cornelio y San Cipriano data del siglo XIII, de una sola nave, con crucero y una imponente torre. Son las técnicas de su construcción y estética, eminentemente militarista y defensiva lo que testimonia el grosor de sus muros. En el interior, es en el detalle de los retablos, tallas y pinturas donde hay que poner la mirada. Conserva cuatro retablos, tres barrocos y uno rococó. El retablo mayor consta de cuatro pisos y ático, tres calles y cuatro entrecalles, todo él, profusamente decorado sobre fondo dorado.
La calle, la plaza y la bodega, son elementos esenciales en la vida comunitaria de los pinchorreros (gentilicio) activos y tradicionales celebrando cada año un amplio programa de festejos culturales, religiosos y lúdicos.