lunes, 7 de mayo de 2018

EL AMOR NO RESISTE LA PASIVIDAD. A. M. A.

En todas las culturas y a través de los tiempos, el tema existencial por excelencia, es el de la familia. Lo llevamos en la raíz, en las entrañas de la vida y deja huellas irreversibles. No es que los seres humanos estemos hechos para la relación. Mucho más. Somos relación y así, como quien no quiere la cosa, nos acostumbramos los unos a la presencia de los otros. Juntos vamos queriendo encontrar la felicidad, que como la salud, sólo se nota cuando nos falta.


No es un cuento, aunque la idea original de esta publicación parte de uno publicado en 1981: Abuelita Opalina de María Puncel, en su faceta de escritora de obras de teatro y literatura para niños. El argumento del libro transcurre en un pequeño pueblo y el hilo conductor: una abuela inventada a base de otras reales. 
La profesora de la escuela pide a sus alumnos un ejercicio de redacción sobre su abuela... Isa, no tiene abuelas. La maestra: "en ese caso... se me ocurre una idea. Puedes hacer el ejercicio como todos. Y hasta mejor que todos. Ellos tendrán que hablar de cómo son sus abuelas de verdad. Pero tú te puedes inventar una abuela a tu gusto". A Isa le gustaba mucho inventar y sencillamente, piensa y moldea una abuela a la carta con las cosas que le gustan de las abuelas de sus amigos. Sabía lo que quería. Solo tuvo que mirar a su alrededor para ver que tenía la felicidad delante. Los mayores se ponen de su parte... a su disposición... No se trataba de dar ideas, de argumentar palabras; se trataba de ofrecer a la niña la realidad de sus vidas y acertaron. ¡Hubo lío! implicó a todo el pueblo pero al final, ganaron todos.
Abuelos y nietos. Nietos y abuelos... que ponen interrogantes, sentimientos y acentos en las cosas cotidianas, en lo que de ordinario pasa desapercibido, detalles sin importancia, dados por hecho, que una niña encaja con gozo en su pensamiento y en su redacción escolar como dos personas que se conocen y se quieren.

El cuento pone el acento sobre el peligro de "la pasividad" respecto a las personas de nuestro entorno (familia, amigos, vecinos...) dando por hecho que sea el amor quien vaya a solucionar todos nuestros problemas. Esto es una ilusión. Hay que darle un empujoncito más a ese amor, por las personas que nos importan. En el caso de los abuelos, no están solo para satisfacer nuestros gustos y necesidades. Tenemos que disfrutar de su compañia y de su sabiduría.

El cuento, escenificado en una biblioteca pública por la Semana del Libro-2018, unió a tres generaciones: madre, hija y nieta, interactuando en la narración; a través de elementos y los dibujos originales de Ana Belén M.B. basados en el texto literario, fue una actividad entrañable y mejor experiencia que queda en mi blog.






  

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