El 11 de Diciembre, y desde el año 2003 es el Día Internacional de las Montañas por Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas a fin de cuidar este tesoro natural.
La Montaña Palentina es uno de esos espacios privilegiados. A diferencia del resto de la provincia de Palencia, la de extensas llanuras que conforman la gran planicie castellana, en la Montaña dominan las grandes pendientes, más notables en el sector occidental y por ello, los valles son más profundos y amplios. El murallón de la Peña es la primera cadena montañosa que separa la Meseta castellana de la Cordillera Cantábrica siendo también divisora entre las cuencas del Carrión y Pisuerga. La Peña se extiende entre las localidades de Guardo y Cervera con una cadena de pueblos que llevan añadido el mismo topónimo. Villafría de la Peña es uno de tantos, localidad y pedania perteneciente al municipio de Santibañez de la Peña. A una altitud de 1.160 metros sobre el nivel del mar hacemos parada en este punto y destino que habitan permanentemente poco más de dos decenas de personas.
La iglesia con advocación a Santa Lucia tiene su atractivo y singular belleza. Por el exterior, una escalera de piedra permite el acceso directo al campanario. Mirador, espadaña y campanas son estructuras que destacan en el conjunto de la edificación. Desde esta pequeña parroquia sale cada año la imagen de la Virgen del Brezo para recorrer a hombros de sus devotos la distancia que la separan de su santuario. Elegimos un día frío y había nevado, lo que imprime un plus de atractivo al paisaje que disfrutamos en Villafría... entre solana y umbría, entre piedra y campanas, entre perfiles que son patrimonio e historia.