lunes, 9 de diciembre de 2019

LAS SALINAS DE IMÓN


LA SAL

Es ese elemento blanco y granulado que se encuentra en todas las cocinas y mesas, como compañero inseparable de los alimentos que preparamos e ingerimos. Ese gusto de comer salado... es más que una costumbre, es además dar satisfacción a una necesidad imprescindible de nuestro organismo. La sal abunda en la tierra en proporciones masivas teniendo en cuenta que tres cuartas partes de la superficie terrestre están ocupadas por agua salada, y que tierra adentro, bajo nuestros pies yacen potentes masas de sal que desde muy antiguo el hombre ha sabido explotar y aprovechar con sabiduría.


CUENCA DE RÍO SALADO. SALINAS DE IMÓN

¿Por qué es tan especial un medio marino que se encuentra a una distancia de 400 kilómetros del mar?. En la provincia de Guadalajara encontramos la respuesta. Entre las villas medievales de Sigüenza y Atienza existe la microreserva y LIC (Lugar de Interés Comunitario) denominado Valle y Salinas de Salado, un espacio natural de gloriosos pasado como fuente de riqueza de la región. En la cuenca hidrográfica del Tajo, Río Salado, con una longitud de 44 kilómetros, recibe su nombre atraviesa materiales muy solubles que hacen sus aguas carguen de cloruro de sodio. Esta particularidad dió origen a las salinas consideradas durante mucho tiempo las más antiguas, las de mejor construcción y las de mayor tamaño y producción de la Península Ibérica. Parte de este conjunto saladar se mantiene operativo en la actualidad. Dividido al método clásico de partidos cada uno con sus límites, sus instalaciones y sus nombres. Para saber mas: 

Un último apunte sobre la sal que adereza el refranero castellano: 
"Ajo, sal y pimiento, y lo demás cuento"
"Al hablar, como al guisar su granito de sal"
"De los olores el pan, de los sabores la sal"








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