Hacer una incursión en vivo y entrar en escena en cualquier pequeño pueblo del interior de la meseta castellana no implica que se vaya a modificar de modo alguno su vida, pero se le otorga la importancia de resistir a la despoblación y el abandono. Hurgar en su historia, conocer y palpar sobre el terreno su actualidad, captar las campanas... son experiencias que encienden mi ánimo. Hoy paseo por Tierra de Campos, por las dos Amayuelas: de Abajo y de Arriba. Pequeños y viejos pueblos palentinos labriegos, ganaderos y artesanos que pertenecieron al señorío de D. Diego Manrique. En la actualidad, Amayuelas de Abajo pertenece al Ayuntamiento de San Cebrían de Campos y Amayuelas de Arriba, al Partido Judicial de Astudillo. Entre ambos no suman el centenar de habitantes pero tienen mucho que enseñar.
La iglesia de Amayuelas de Arriba está dedicada a Santa Columba. Es un templo románico de finales del siglo XII, de una sola nave al que le fueron añadidos con posterioridad dos tramos laterales barrocos. Construida en piedra lleva sobre la portada una espadaña de ladrillo de cinco vanos dispuestos en tres alturas. Al igual que su vecina de Amayuelas de Abajo, se ubica sobre una elevación del terreno y antiguamente compartió espacio con un cementerio.