EN EL CASTILLO DE SANTA BÁRBARA DE ALICANTE
Garita, en la arquitectura militar, se refiere a una pequeña torre levantada en el ángulo más saliente del baluarte de la fortaleza para el abrigo y protección de los centinelas. Y existe, la Garita de la Campana del Castillo de Alicante.
Alicante es una de las más antiguas ciudades del levante español de la que poco queda de su origen y fundación colonial griega. De la época musulmana, un breve espacio urbano de origen medieval al pie del monte Benacantil y el castillo de Santa Bárbara que corona esta cima a doscientos metros de altura sobre el nivel del mar. Atalaya natural y defensiva, fue enclave de diversos asentamientos humanos y que mantiene su estructura, incluso tras la conquista cristiana en 1248 por el infante Alfonso de Castilla (en el futuro, el rey Alfonso X el Sabio) aquel 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara de quien recibe el nombre. Fue ampliado en el siglo XV; al siguiente, se acomete su más intensa fortificación hasta quedar convertido en uno de los más importantes ejemplos de arquitectura militar. En el siglo XVIII desaparecen la mayoría de los elementos constructivos medievales y se perfila su fisonomía mediante la construcción de una gran plataforma artillera en la parte más elevada. Definitivamente desartillado en 1893, se usó en momentos puntuales como prisión hasta que en 1961 es declarado Monumento Histórico Artístico y se abre al público. El recorrido por el castillo es un encuentro dilatado con la historia de Alicante y sus protagonistas por rango social, político y militar.
El Macho a la zona más elevada de la fortaleza. Forma parte del primer recinto, la antigua Alcazaba Islámica que también se denominó la Torreta, la Torre del Homenaje (en 1463 se construye junto a ella la iglesia de Santa Bárbara) la Torre del Hospital y la Torre de Sots-Alcaide, hoy desaparecidos. En la Guerra de Sucesión (1701-1713) la explanada queda convertida en una gran plataforma artillada para la defensa de la plaza y el puerto. En el siglo XIX se vuelve a enlosar junto con la Garita de la Campana, lugar que antaño ocupara la torre del mismo nombre.
La visita es entretenida, didáctica, placentera, y hasta se dice, que aporta cierta energía mágica. Historia, leyendas, estancias y ese horizonte Mediterráneo... dan para buenas experiencias sensoriales.
El Macho a la zona más elevada de la fortaleza. Forma parte del primer recinto, la antigua Alcazaba Islámica que también se denominó la Torreta, la Torre del Homenaje (en 1463 se construye junto a ella la iglesia de Santa Bárbara) la Torre del Hospital y la Torre de Sots-Alcaide, hoy desaparecidos. En la Guerra de Sucesión (1701-1713) la explanada queda convertida en una gran plataforma artillada para la defensa de la plaza y el puerto. En el siglo XIX se vuelve a enlosar junto con la Garita de la Campana, lugar que antaño ocupara la torre del mismo nombre.
La visita es entretenida, didáctica, placentera, y hasta se dice, que aporta cierta energía mágica. Historia, leyendas, estancias y ese horizonte Mediterráneo... dan para buenas experiencias sensoriales.