La Ría, el Faro, las Casonas, la iglesia de San Martín, el convento de San Ildefonso... son caminos de dirección obligada si nos encontramos en Ajo, capital del municipio de Bareyo (Cantabria) ubicado a 46 metros sobre el nivel del mar y nombre tan breve como llamativo. La ruta ofrece interesantes y convincentes opciones paisajísticas con vistas al mar, a la montaña y al rico patrimonio de interior.
Desde el barrio de Camino se toma la dirección al convento de San Ildefonso (1588) y la hospedería(1758) que daba alojamiento a los peregrinos de la ruta cantábrica del Camino de Santiago. En la actualidad, este antiguo edificio acoge el Centro de Interpretación del Camino a Compostela por la costa.
La visita es un gozo, entre otras razones, por la esmerada atención de la guía, los pasos que se siguen a efectos de su recuperación y restauración y la oferta cultural que se proyecta a lo largo del año; en definitiva, que se entra en relación con lo trascendente que ya está contenido en su ser por carisma, causa y razón.
El Camino del Norte a Santiago se estima que pasa por el municipio al menos desde el año 813. El convento fue fundado por Alonso de Camino y Carrera, capitán de Felipe II y caballero francés que se estableció aquí. En principio estuvo ocupado por los Carmelitas Descalzos y más tarde por los Dominicos hasta su abandono en 1835.
Tres son las zonas visitables: el Centro de Interpretación del C. de Santiago, la capilla de San Ildefonso con interesantes piezas y el claustro, cuadrado, de muros de sillería y sillarejo, arcos de medio punto o rebajados, ventanas rectangulares, un aljibe, la huerta... Espacios donde la vida quiere continuar y en buena medida, gracias al empeño y trabajo de los vecinos.