viernes, 8 de junio de 2018

EL PUENTE PALENTINO QUE SALVA LAS AGUAS DEL EBRO

EL PUENTE DE BÁSCONES DE EBRO



Las connotaciones del río Ebro, el más caudaloso de España, el de Aragón y Cataluña, tiene la peculiaridad de que por breves kilómetros discurre por la provincia de Palencia. De nacimiento cántabro, el Ebro hace su incursión por tierras palentinas al sur del Valle de Valderredible y territorio de Báscones de Ebro, localidad y pedanía del municipio de Berzosilla, un enclave palentino entre las provincias de Cantabria y Burgos donde se ve sorprendido por éste único y maravilloso puente rodeado de densa vegetación en ésta primavera atípica.





A pie de puente nos saluda un testigo de excepción y entramos en conversación; nos asegura que el puente tiene 71 años porque su terminación se produjo en 1947, el de su nacimiento y es para él muy oportuno y de parabién recordar que su padre trabajó en la construcción del mismo. Con un plus de orgullo nos hace partícipes de algunos recuerdos personales ligados a este puente y es que las frescas aguas del Ebro sólo se pueden salvar de orilla a orilla por el puente de Báscones. Las comunicaciones en la zona quedaron muy limitadas desde la puesta en servicio de la A-67, autovía Cantabria-Meseta a la que Valderredible no tiene acceso directo, de momento.

Este maravilloso puente tiene tres arcos escarzanos (tipo de arco rebajado y simétrico cuyo sector circular posee su centro por debajo de la línea de imposta); es de hormigón, con dobles arquillos de aligeramiento y el petril lo forman un extraordinario conjunto de sillería de buena fábrica. Tiene 87 metros de longitud y  una anchura de seis metros, algo inusual. Su belleza queda resaltada por encontrarse en un paraje de arboleda y vegetación de gran potencia y en un entorno más natural que urbano. En el petril de piedra, rematado por una albardilla (remate o tejadillo) que lleva hasta un escudo de armas.












No hay comentarios:

Publicar un comentario