lunes, 9 de abril de 2018

CAMPANAS SANTANDERINAS


Desde la desembocadura del Pas hasta la del Miera se extiende la comarca de la bahía de Santander. El centro lo constituye la ciudad de Santander, capital de la provincia y rango al que llegó a pasos entre 1755, con la erección del obispado y 1833, con la confirmación definitiva como capital de provincia. La vida de Santander siempre estuvo vinculada al puerto y prosperó entre los siglos XII y XIII con el embarque de hierro cantábrico y lanas de Castilla para su exportación al occidente europeo. En los siglos siguientes bonanzas y desgracias vinieron igualmente del puerto. En el siglo XIV una terrible pestilencia dejo despoblada a la ciudad y el otro enemigo, el fuego, la calcinó en varias ocasiones.



La Santander antigua estuvo dividida en dos barrios: calle-altero o de pescadores situado en las rúas adyacente a la catedral y la puebla baja, donde se concentraban los menestrales y artesanos. Gran parte de la vieja puebla desapareció en el gigantesco incendio de 1941. Durante tres días ardieron 470 edificios con unas 2.000 viviendas y por ello la ciudad carece de viejos monumentos. De la reconstrucción y un nuevo planteamiento surgió la bella urbe que hoy conocemos: un destino turístico de primer orden y fuertemente vinculada a la cultura.


La catedral Santa María de la Asunción de Santander quedó en aquel fatídico febrero de 1941 reducida a escombros (databa de la segunda mitad del siglo XIII). Las llamas calcinaron sus piedras y se dice que fundieron hasta el bronce de las campanas. La reconstrucción comenzó en junio de 1944 y el templo se abrió de nuevo en 1953. Del fuego solo sobrevivieron dos monumentos del centro de la ciudad: la iglesia de la Compañía y el complejo catedralicio. La catedral se amplió  en su reconstrucción por la cabecera con una combinación de elementos propios de la arquitectura medieval y de la edad moderna y a día de hoy continúan las obras.


 



La torre, que puede ser visitada luce muy remozada desde su última restauración. Un moderno  y práctico acceso permite llegar al conjunto campanil que consta de dos partes; de un lado y en la zona superior del campanario están las tres campanas del reloj hoy, fuera de uso. La sala de las campanas de volteo contiene ocho en diferentes tamaños y van adornadas con la cruz del Año Jubilar del 2000. Hechas por los maestros campaneros Hermanos Portilla de Gajano, son una donación de la Fundación Marcelino Botín. En su parte posterior llevan el nombre de las campanas originales que datan de los años 50 y dedicadas a los Santos Mártires Emeterio y Celedonio; Gloriosa Santa María; San Fernando; San Martín; San Matías; San Sebastián; Santa María Magdalena y San Juan Nepomuceno.







Debajo de la catedral se encuentra la iglesia del Cristo. De estilo gótico, es el templo más antiguo de Santander y custodia las reliquias de los Santos Mártires, patronos de la ciudad. Se ha hecho pública recientemente la importante inversión que a tres bandas: Ministerio de Fomento, Ayuntamiento y Obispado de Santander, va a permitir arreglos y reformas en la Sala Capitular, la plaza Obispo Eguino y Trecu (hace de antesala a la catedral) y la calle Los Azogues que pasa junto a la salida de la iglesia del Cristo. Un Patrimonio que Santander recupera y fomenta con hechos.

En gratitud a Z. G. que me puso en la pista para actualizar datos y fotografías.  


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