Estar del todo en la tierra conlleva una huella que nos identifica desde que nacemos: nuestro nombre. En la práctica, no cambia por fuera nuestro aspecto, ni el modo de andar, hablar o comportarse, pero carga en nuestra mente un equipaje de señales, recuerdos, apegos y sentimientos de por vida. Dicen que el nombre, además de su valor designativo, marca por las circunstancias a sus portadores y ha de ser cierto, porque ningún año había llegado al día de las "montses" con tanta reserva e inquietud.
Resulta que la Montaña de Montserrat y el Parque Natural del mismo nombre tienen problemas a causa de masificación de visitantes y actividades al aire libre que están causando un impacto de erosión y perjudicando a la fauna (se contabilizan hasta 5.600 itinerarios de escalada y un abanico completo de deportes aéreos: parapente, salto base, ala delta o wingsuit). Las estadísticas de 2017 dan un nuevo récord de visitas: más de un millón de personas usaron los funiculares de la Santa Cova y de San Joan y 2,7 millones pasaron por el conjunto monástico. ¡Una barbaridad!.
A esta sobreexplotación turística aunque de diferente calado, es noticiable la abadía benedictina Santa María de Montserrat por haber sido señalada como foco ideológico del independentismo catalán.
Con todo y con ello, la Virgen de Montserrat es la Mare de Deu, La Moreneta, la patrona catalana y la primera imagen mariana de España en recibir la Coronación canónica (1881). Su fiesta se celebra cada 27 de abril, una advocación que tiene devotos fuera de Cataluña. De ejemplo, la ermita de la Virgen de Montserrat de Villajimena, en plena Tierra de Campos de Palencia que hoy visitamos.
Dice la crónica que los herederos del Cid hicieron donación del señorío de Villa Ximena al obispo de Palencia D. Pedro García y éste, a D. Juan Delgado Ferrer y Cardona, conde de Oñate. De origen catalán, este conde mandó construir en 1593 una ermita dedicada a Nuestra Señora de Montserrat frente a su palacio para tenerla bien a la vista.
En su pequeño espacio, la ermita de origen herreriano ha resistido al paso del tiempo. Restaurada recientemente cuenta con un solo arco de entrada y una sencilla espadaña con campanillo. Presidiendo el edificio y en una hornacina, una imagen de la virgen titular.
En su sencillez, calma con solo mirarla y al margen de connotaciones que tengan que ver con orígenes o nacionalidades, me place celebrar otro año mi onomástica. Por mi buen nombre y el de otras Montse amigas, sea pués, día de felicitaciones.
En su pequeño espacio, la ermita de origen herreriano ha resistido al paso del tiempo. Restaurada recientemente cuenta con un solo arco de entrada y una sencilla espadaña con campanillo. Presidiendo el edificio y en una hornacina, una imagen de la virgen titular.
En su sencillez, calma con solo mirarla y al margen de connotaciones que tengan que ver con orígenes o nacionalidades, me place celebrar otro año mi onomástica. Por mi buen nombre y el de otras Montse amigas, sea pués, día de felicitaciones.