En la comarca del Cerrato Palentino, la villa de Torquemada es de las importantes por su situación geográfica, historia y personajes desde tiempos remotos. Los ríos Arlanzón y Pisuerga confluyen en su territorio y goza la villa de buenos campos y afamados cultivos, de bodegas, de un hermoso puente de 25 ojos, de monumentos y patrimonio, de lugares de tradición y sonadas fiestas que cohesionan con sus gentes de sobrada alegría y hospitalidad. Torquemada un pueblo con reclamo y atractivo para ser visitado varias veces al año.
En este mes de septiembre las celebraciones van disparadas por la Feria del Pimiento y la Romería al Santuario de Nuestra Señora de Valdesalce. Son las Fiestas de San Mateo 2017 cargadas de citas y alusiones.
Podía extenderme en la mención de cuantos personajes históricos han tenido vinculación con Torquemada pero citaré solamente al poeta y dramaturgo José Zorrilla, al que este año se rinde homenaje por el bicentenario de su nacimiento. Sus padres tenían casa en la villa.
En este mes de septiembre las celebraciones van disparadas por la Feria del Pimiento y la Romería al Santuario de Nuestra Señora de Valdesalce. Son las Fiestas de San Mateo 2017 cargadas de citas y alusiones.
Podía extenderme en la mención de cuantos personajes históricos han tenido vinculación con Torquemada pero citaré solamente al poeta y dramaturgo José Zorrilla, al que este año se rinde homenaje por el bicentenario de su nacimiento. Sus padres tenían casa en la villa.
En la línea habitual que sigue este blog, el patrimonio con campanas se lleva la palma y tres son los monumentos a citar de Torquemada: la Iglesia de Santa Cruz, el Santuario de Valdesalce y la iglesia Parroquial de Santa Eulalia. De la primera, del siglo XII en estilo románico, fue primitiva iglesia parroquial del pueblo. De planta basilical y construida en piedra caliza, consta de tres naves y en su ábside conserva los mejores vestigios románicos. Se ubica dentro del cementerio de la localidad. Tiene espadaña de un vano.
El Santuario de la patrona de Torquemada, Nuestra Señora de Valdesalce (nombre que le viene de valle del sauce), pudo ser parroquia de un despoblado medieval del que no quedan restos. Todo el edificio está construido en cantería y en su fábrica se aprecian diversas etapas constructivas. De las tres puertas que tiene, por la del centro, se eleva una espadaña. El interior consta de tres naves; la central es de mayor altura que las laterales que van separadas mediante pilares. La cabecera, cubierta con bóveda de crucería, lleva el retablo barroco que data de 1754 y contiene el trono de la Virgen titular. Otros retablos, pinturas e imaginería dan identidad a este santuario de arraigada devoción.
La iglesia de Santa Eulalia fue edificada en sillería y en su mayor parte en el siglo XVI. Su acceso principal es espectacular. En el hastial, un arco de triunfo y sobre él la preciosa espadaña de siete vanos de mediados del XVII. Sobre la puerta de entrada hay una hornacina con la imagen de santa Eulalia. En el interior, hay mucho que apreciar y dónde detenerse; repartido en tres naves de igual altura, sus bóvedas, el coro, el baptisterio, las capillas o la sacristía y de su contenido artístico y ornamental dan buena cuenta los sentidos y quedan fijadas unas buenas y duraderas impresiones.