Alar del Rey es el punto de partida del nacimiento del Canal de Castilla, un municipio de corto pasado histórico asentado en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y comarca de Boedo-Ojeda. Paso de la llanura de Tierra de Campos a la Montaña Palentina, su ayuntamiento aglutina a tres núcleos más de población: Barrio de San Vicente, San Quirce del Río Pisuerga y Nogales de Pisuerga que visito en una bonita mañana de junio.
La villa de Nogales de Pisuerga, bañada por el río Carrión es también la historia de una fértil vega a los pies del otero donde puso su señorío Gonzalo Núñez de Obregón en el siglo XII por privilegio de la reina Doña Urraca. Cabeza de condado y señorío de los Calderones, en el centro del casco urbano quedan restos de la que fuera su casa-palacio y escudo.
Términos despoblados pertenecientes a Nogales fueron: Villafalila y Las Quintanillas.
Las obras del Canal de Castilla propiciaron la industrialización con energía hidráulica. Las fábricas de harina se establecieron a lo largo del canal utilizando las barcazas como medio de transporte. En Nogales tiene sede La Harinera del Pisuerga SA, que constituye un medio de vida para familias de la zona y cuya actividad principal es la fabricación de productos de molinería.
El río Pisuerga, los arroyos, las fuentes... Nogales es un pueblo de recursos hídricos
Nogales tiene (en arte y patrimonio) románico de mediados del siglo XII. El templo parroquial de San Juan Bautista presenta un ábside circular, canecillos historiados, linterna abierta el exterior en arquillos dobles y espadaña de tres cuerpos. La iglesia fue ampliada en el siglo XVI.