miércoles, 4 de marzo de 2020

EL PEINE DEL CANTÁBRICO


La capital de Guipúzcoa, San Sebastián, cabecera de una zona donde son numerosas las entidades de población que se suceden ocupando el último tramo de la costa guipuzcoana hasta la frontera francesa. Donostia/San Sebastián queda delimitada en la costa por el litoral que va desde el monte Igueldo al cabo Higuer. Encerrada entre murallas hasta el siglo XIX, al convertirse en la capital de Guipúzcoa comienza su expansión siguiendo un plan de correcto urbanismo, monumentalidad y elegancia que dieron a la ciudad la armonía y belleza extraordinarias de que goza. También, difícilmente se puede sorprender al mar Cantábrico en toda su inusitada violencia como sucede con las mareas vivas que azotan la costa donostiarra. Impone y sobrecoge en este litoral español el asunto del viento a lomo de las olas cuando desata su furia, su brutal choque y estampido al reventar, el sordo bramar del mar... 

Lo sabe bien "El Peine del Viento XV" conocido conjunto de esculturas contemporáneas de Eduardo Chillida instalado en 1977 en las rocas, a los pies del monte Igueldo. Sobre diseño del arquitecto Luis Peña Ganchegui, la obra se compone de tres piezas de acero de diez toneladas cada una aferradas a distintas rocas, que reciben y resisten los embates del oleaje ofreciendo un bello y bien pensado espectáculo. La última vez que estuve allí era un día benévolo, plácido, de mar calmoso y lento en sus forma y potencial. El viento era aire...






He leído en las noticias que está previsto para este 2020 llevar a cabo un ambicioso y necesario Proyecto de Rehabilitación Integral del Peine del Viento. Proteger la perspectiva visual del conjunto, mejorar la accesibilidad, estabilizar las partes más erosionadas por el mar, aumentar la seguridad para el visitante... Medidas encaminadas a poner en valor un entorno natural y un bien que cuenta con un amplio reconocimiento social y artístico.














No hay comentarios:

Publicar un comentario