Las abundantes precipitaciones que vienen descargando sobre Palencia este verano no ha cambiado al río Valdeginate a su paso por Autillo de Campos y en ésta época, su versión de río pequeño y fuerte estiaje que le caracteriza.
El río Valdeginate nace en Población de Arroyo; hace un recorrido por la provincia de Palencia de 65 kilómetros, atraviesa once localidades y desemboca en el río Carrión junto a la ciudad palentina.
Entre los puentes más significativos que salvan este río, por antigüedad y materiales empleados en su construcción, están los de piedra de Castromocho (PP-9221) y de Autillo de Campos (PP-9421) al que damos el protagonismo en esta entrada.
Se estima que el puente de Autillo de Campos fue construido en el siglo XVIII. Tiene una longitud de 40 metros por cuatro de ancho entre pretiles. Su trazado y rasante es ligeramente alomado; dispone de cinco arcos de medio punto, tajamares curvos y espolones semicirculares en perfecta escala y armonía. Los pretiles van en ladrillo. El conjunto de la silueta es muy bello aunque el día de esta visita se aprecia un escaso y revuelto caudal.
Dicen los lugareños, que aparte de los servicios básicos que presta, unas de las más entrañables y maravillosas utilidades que presta el puente es ser lugar privilegiado desde donde contemplar los atardeceres, las puestas de sol y las estrellas en la noche.