Hay un antes y habrá un después sobre la imagen del Puente de piedra de Villamuriel de Cerrato. Ahora permanece cerrado por algo que la ha hecho mella a su estructura en forma de derrumbe de uno de los salientes que los viandantes utilizan como resguardo al paso del tráfico rodado porque no dispone de aceras. Pendiente de reparación en tiempo indeterminado.
¿Se pudo prevenir? Tal vez... también supongo que sucedió por sus muchos años y por cuanto le ha ido afectando. Cruzaba este puente a diario y algunos días, varias veces. Nos gustabamos; le hice decenas de fotografías a lo largo y ancho, en detalle y al entorno. Con este blog doy por cerrado temporalmente mi archivo documental sobre este monumento para no aburrir y hasta que recupere su forma y uso. En las situaciones límite se aprende a estimar las cosas cotidianas que facilitan la vida y que la mayoría de las veces simplemente, utilizamos. Hoy solo me salen palabras tristes y quejas profundas y la imaginación no da para entusiasmos. Es legado, señal e historia villamurielense sin servicio y en horas bajas, de ausencia y soledad amarga porque no tiene paso ni paseantes de ir y venir, ni observadores atentos con los que entablar comunicación de saludo o diálogo y hasta tomarle fotografías te coge a contrapié que bien señalizada está la prohibición de pasar en ambos extremos. Cuando nos volvamos a encontrar tendrá nueva imagen y os contaré.